El noviazgo que busca primero Su Reino

El noviazgo cristiano es una etapa de la vida en la que dos personas que se aman buscan conocerse mejor y prepararse para el matrimonio. El noviazgo cristiano no es solo un pasatiempo o una diversión, sino una búsqueda de servicio a Dios en santidad junto a la persona amada. El noviazgo cristiano tiene como meta final un matrimonio santo que dure hasta que la muerte los separe, teniendo en cuenta que el matrimonio es la relación que más impacta la vida para bien o para mal, para acercarte a Dios o para alejarte.

El noviazgo cristiano implica una serie de principios y valores que deben ser respetados y vividos por los novios. Algunos de estos principios son:

• El amor debe ser sincero, puro y desinteresado. No se trata de un sentimiento superficial o egoísta, sino de una decisión de querer el bien del otro y de sacrificarse por él o ella.
• El respeto debe ser mutuo y constante. No se debe tratar al otro como un objeto o una posesión, sino como una persona digna e irrepetible, creada a imagen y semejanza de Dios.
• La fidelidad debe ser absoluta y exclusiva. No se debe tener relaciones sexuales antes del matrimonio, ni mirar ni desear a otras personas. Se debe guardar el corazón y el cuerpo para el futuro esposo o esposa.
• La comunicación debe ser honesta, frecuente y profunda. No se debe ocultar nada al otro, ni mentir ni engañar. Se debe compartir los sueños, las metas, los miedos, las alegrías y las tristezas. Se debe escuchar con atención y comprensión al otro.
• La oración debe ser personal y comunitaria. Se debe orar cada día por el otro y por la relación. Se debe participar juntos de los cultos públicos de los domingos, los sacramentos, la lectura de la Biblia y otras actividades de la Iglesia. Se debe pedir la ayuda y la guía de Dios para discernir su voluntad.

El noviazgo cristiano es una bendición y una oportunidad para crecer en el amor a Dios y al prójimo. Es también un desafío y una responsabilidad que requiere madurez, compromiso y generosidad. El noviazgo cristiano es un camino hacia el matrimonio, que es el compromiso inquebrantable del amor entre un hombre y una mujer que se entregan el uno al otro para formar una familia y ser colaboradores de Dios en su Reino.