La adoración corporativa comienza en casa

La adoración corporativa comienza en casa


La adoración familiar es una práctica que consiste en dedicar un tiempo diario a la lectura de la Biblia, la oración y el canto de Salmos en familia. Es una forma de honrar a Dios y de fortalecer la fe y el amor entre los miembros del hogar. ¿Por qué es importante que las familias cristianas realicen adoración familiar a diario? Aquí hay algunas razones:

La adoración familiar nos ayuda a mantenernos firmes en la gracia de Dios. La Biblia dice que somos salvos por gracia mediante la fe en Jesucristo (Efesios 2:8-9). Sin embargo, también dice que debemos perseverar en la fe hasta el fin (Mateo 24:13). La adoración familiar nos recuerda cada día el evangelio de la salvación y nos anima a confiar en Dios y en su provisión para nuestras vidas. Nos ayuda a evitar el orgullo, la incredulidad y la apostasía.

La adoración familiar nos ayuda a crecer en la semejanza a Cristo. La Biblia dice que Dios nos ha predestinado a ser conformes a la imagen de su Hijo (Romanos 8:29). Esto implica que debemos imitar su carácter, su conducta y su misión. La adoración familiar nos expone a la Palabra de Dios, que es viva y eficaz para transformarnos (Hebreos 4:12). Nos enseña a orar conforme a la voluntad de Dios y a alabarle por sus obras. Nos inspira a servirle con amor y obediencia.

La adoración familiar nos ayuda a edificar la unidad y el testimonio de la familia. La Biblia dice que Dios ha establecido la familia como una institución sagrada y que desea que sea un reflejo de su amor y su gloria (Efesios 5:22-6:4). La adoración familiar nos permite compartir nuestras alegrías, nuestras penas, nuestras necesidades y nuestras bendiciones. Nos permite apoyarnos mutuamente, perdonarnos, exhortarnos y consolarnos. Nos permite mostrar al mundo el poder y la belleza del evangelio.

En conclusión, la adoración familiar es una práctica cuyo beneficio es incalculable. Es una maravillosa forma de rendirle culto a Dios y de recibir su gracia. Es una forma de parecernos más a él y de honrarle con nuestra familia porque Él mismo así lo ha mandado (Deuteronomio 6:6-7). Además, es así también como aprendemos nuestros deberes en la comunidad de creyentes, que son básicamente los mismos que en el hogar; es decir, edificarnos unos a otros en amor para la gloria de Dios.

Por eso, las familias cristianas deben realizar adoración familiar a diario. No es una carga, sino una bendición.

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